El pasado 31 de octubre, Mi Pequeño Mundo se transformó en un crisol de colores y disfraces para celebrar el Día de Halloween. Pero nuestra fiesta fue más allá del simple “dulce o truco”; tuvo la noble misión de conectar la alegría de la celebración internacional con la profunda tradición ecuatoriana del Día de Difuntos, buscando que nuestros niños y niñas aprendieran sobre sus raíces de una manera muy divertida.

La creatividad se desbordó en cada rincón. Niños y niñas asistieron luciendo sus increíbles disfraces, y los pasillos se adornaron con coloridos stands que combinaban elementos festivos de Halloween con motivos tradicionales del Día de Difuntos. Fue un proyecto visual que unió la calabaza con la guagua de pan.

El momento estelar llegó con el desfile de trajes. Con la pasarela lista, cada pequeño desfiló luciendo su vestuario, mientras que los padres, madres de familia y el cuerpo docente aplaudían y admiraban la creatividad y el esfuerzo puestos en la confección de cada traje.

¡Y claro, no podía faltar el “dulce o truco”! Simplemente, adaptamos la experiencia: los niños recorrieron los stands con sus calabazas en mano, recibiendo dulces y golosinas, lo que simuló a la perfección la tradición de una forma segura y comunitaria.

Para cerrar este día mágico, la energía se desató en la pista de baile. Se organizó una animada fiesta con todos los asistentes, disfrutando de música, pompas de jabón y un ambiente increíblemente colorido.

Fue una jornada fantástica que demostró que el aprendizaje cultural puede ser alegre y divertido. ¡En Mi Pequeño Mundo, honramos las tradiciones mientras creamos nuevos y maravillosos recuerdos!

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