¡Brilla la Alegría! Celebrando el Día del Color Amarillo en Mi Pequeño Mundo 

En Mi Pequeño Mundo, sabemos que el aprendizaje más significativo es aquel que se vive y se siente. Siguiendo la filosofía de la metodología de Vigotsky, transformamos el conocimiento de las aulas en proyectos vivenciales que estimulan la curiosidad y la interacción social. Este enfoque cobró vida de la manera más brillante con la celebración del Día del Color Amarillo.

Nuestro proyecto comenzó con el estudio del color amarillo: su aparición en el medio ambiente (el sol, los plátanos, el polen) y su significado cultural (alegría, energía, amistad). Pero el aprendizaje fue mucho más allá de las láminas y los crayones.

Un Proyecto de Aprendizaje Experiencial

El Día del Color Amarillo se convirtió en una verdadera fiesta de la luz y la alegría. Desde tempranas horas, el centro se llenó de atuendos amarillos que convertían a cada niño y niña en un pequeño rayo de sol.

La celebración fue el punto culminante del proyecto:

• Diversión Vibrante: Realizamos una pequeña fiesta de baile donde los niños se movieron al ritmo de canciones con temática amarilla. Las pompas de jabón flotando en el aire añadieron un toque mágico a la mañana, mientras la alegría se contagiaba en cada rincón.

• Aprendizaje Compartido: El momento más esperado llegó en las aulas: una apetitosa comida comunitaria. Gracias a la generosa colaboración de los padres y madres de familia y el apoyo de la Dirección, las mesas se cubrieron con una sorprendente variedad de alimentos… ¡todos de color amarillo! Desde maíz y bananas hasta jugos y tortas.

Esta experiencia demostró que cuando el aprendizaje es divertido, multisensorial y social, su impacto es profundo y duradero. Nuestros niños y niñas no solo identificaron el color amarillo, sino que aprendieron su importancia y su presencia en nuestra vida de la manera más alegre y memorable.

¡Una jornada donde el amarillo no solo se vio, sino que se sintió con todo el corazón!

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