El Día del Maestro se vivió con una ternura especial en Mi Pequeño Mundo, gracias al hermoso homenaje preparado por los pequeños de la sección Ardillitas, bajo la guía de la profesora Valeria Ruano. Con sus corazones llenos de cariño, los niños tomaron la palabra para compartir frases sencillas pero profundas, resaltando la invaluable labor y el significado que tienen sus maestros en sus vidas.

En un ambiente de emotiva presencia de padres y madres de familia, cada palabra de los Ardillitas fue un regalo, un reconocimiento sincero a la dedicación y la pasión de sus educadores. Acto seguido, con sus pequeñas manos, entregaron un presente simbólico a cada uno de los profesores y profesoras de nuestra institución, un gesto que trascendió lo material por la pureza de la intención.

El Comité Central de Padres de Familia también se sumó a este merecido tributo, obsequiando a los maestros una pequeña planta, símbolo del crecimiento que ellos cultivan día a día en sus estudiantes. La mañana se convirtió en un conmovedor testimonio de la profunda relevancia de ser maestro, un faro de guía y un motor de inspiración en el mundo de nuestros pequeños.